Sus Majestades los Reyes de Oriente y toda su comitiva llenaron ayer las calles de Madrid de música, luz e ilusión. Melchor, Gaspar y Baltasar y sus carrozas y séquitos mágicos finalizaron en el Palacio de Cibeles su extraordinario viaje desde tierras lejanas recorriendo territorios, paisajes, planetas y culturas diferentes.
Un viaje por India, China, África o el Polo Norte, repleto de personajes insólitos, animales fantásticos, descubrimientos y aventuras, tal y como relató brevemente el propio Melchor en su discurso a todos los niños y mayores. Una temática que quiere resaltar la importancia de la curiosidad por conocer lo que el mundo nos ofrece, y el enriquecimiento que supone aproximarse a lo diferente y desconocido.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, acompañada por la delegada de Cultura y Deportes, Celia Mayer, recibió a Sus Majestades de Oriente. Tras el discurso de Melchor, Baltasar regaló a los niños una canción tradicional de Guinea y Gaspar transmitió un mensaje de cariño, amor y alegría. Por su parte la alcaldesa de Madrid quiso hacerles una advertencia: que "no se olviden de ningún niño en esta noche tan especial". Un espectáculo de fuegos artificiales cerró la noche más mágica de estas fiestas.
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