Metro de Madrid va ampliar los días de visita a sus museos más emblemáticos para que madrileños y turistas puedan disfrutar de ellos durante toda la Semana Santa, de manera que se podrán visitar de lunes a domingo, en diferentes horarios que se pueden consultar en la web de Metro. Además, la entrada a todos estos espacios es gratuita y solo hace falta un título de transportes para entrar en Chamartín.
La exposición en la estación de Chamartín, que acoge trenes clásicos restaurados, abrirá todos los días de la semana de 10:00 a 14:00 horas, permitiendo así a los viajeros contemplar auténticas joyas históricas durante los siete días de esta semana, en lugar de los últimos cuatro últimos como es habitual.
Actualmente se exponen ocho coches, aunque en los próximos meses llegarán cuatro más, actualmente en proceso de restauración, que comenzaron a rodar en los años 1924, 1927, 1942, 1955 y 1965. Además de los trenes, en la exposición también se pueden contemplar cerca de 100 piezas históricas del suburbano, así como la muestra ‘Retratos suburbanos’, también en Chamartín, en la que conocidos rostros del mundo de la cultura y el deporte han sido fotografiados por Javier Nadales para acompañar a Metro de Madrid en la conmemoración de su Centenario.
La Nave de Motores amplía también sus horarios. Podrá visitarse de lunes a miércoles entre las 11:00 y las 14:00 horas, el jueves, de 9:00 a 13:00 horas, viernes de 9:00 a 14:00 horas y sábado y domingo de 11:00 a 14:00 horas. Construida entre 1922 y 1924, en esta impresionante nave están ubicados tres enormes motores diésel y el resto de la maquinaria (alternadores, transformadores, etc.) que en su momento sirvieron para generar y transformar la energía con la que funcionaban los trenes. El edificio destaca por la claridad de su concepción, la atención al detalle y la buena ejecución que caracterizan todo el trabajo de uno de los grandes artífices de la imagen de la ciudad de la primera mitad del siglo XX, Antonio Palacios. Las obras de mantenimiento y conservación han devuelto a la nave su aspecto original.
La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera línea de Metro inaugurada en Madrid en 1919, que contaba con ocho estaciones. A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar esta estación, la clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966.
El diseño es también de Antonio Palacios, quien eligió para el interior de la estación un recubrimiento cerámico con juegos ornamentales. La bóveda de la estación va recubierta de azulejo blanco biselado y sus estribos estaban decorados por grandes recuadros de azulejos sevillanos que limitan el contorno de los carteles anunciadores, también de cerámica, en encintado ocre y azul. Estos carteles publicitarios son uno de los grandes atractivos de la estación, ya que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los 20.
La exposición en la estación de Chamartín, que acoge trenes clásicos restaurados, abrirá todos los días de la semana de 10:00 a 14:00 horas, permitiendo así a los viajeros contemplar auténticas joyas históricas durante los siete días de esta semana, en lugar de los últimos cuatro últimos como es habitual.
Actualmente se exponen ocho coches, aunque en los próximos meses llegarán cuatro más, actualmente en proceso de restauración, que comenzaron a rodar en los años 1924, 1927, 1942, 1955 y 1965. Además de los trenes, en la exposición también se pueden contemplar cerca de 100 piezas históricas del suburbano, así como la muestra ‘Retratos suburbanos’, también en Chamartín, en la que conocidos rostros del mundo de la cultura y el deporte han sido fotografiados por Javier Nadales para acompañar a Metro de Madrid en la conmemoración de su Centenario.
La Nave de Motores amplía también sus horarios. Podrá visitarse de lunes a miércoles entre las 11:00 y las 14:00 horas, el jueves, de 9:00 a 13:00 horas, viernes de 9:00 a 14:00 horas y sábado y domingo de 11:00 a 14:00 horas. Construida entre 1922 y 1924, en esta impresionante nave están ubicados tres enormes motores diésel y el resto de la maquinaria (alternadores, transformadores, etc.) que en su momento sirvieron para generar y transformar la energía con la que funcionaban los trenes. El edificio destaca por la claridad de su concepción, la atención al detalle y la buena ejecución que caracterizan todo el trabajo de uno de los grandes artífices de la imagen de la ciudad de la primera mitad del siglo XX, Antonio Palacios. Las obras de mantenimiento y conservación han devuelto a la nave su aspecto original.
La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera línea de Metro inaugurada en Madrid en 1919, que contaba con ocho estaciones. A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar esta estación, la clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966.
El diseño es también de Antonio Palacios, quien eligió para el interior de la estación un recubrimiento cerámico con juegos ornamentales. La bóveda de la estación va recubierta de azulejo blanco biselado y sus estribos estaban decorados por grandes recuadros de azulejos sevillanos que limitan el contorno de los carteles anunciadores, también de cerámica, en encintado ocre y azul. Estos carteles publicitarios son uno de los grandes atractivos de la estación, ya que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los 20.
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