Del 6 de diciembre de 2016 al 31 de marzo de 2017
Carlos III era para sus contemporáneos "el Trajano que hoy rige España", en expresión del diplomático e ilustrado José Nicolás de Azara. Y, en virtud de ese paralelismo la imagen de aquel emperador romano, e hispano, protagoniza el techo pintado por Anton Raphael Mengs en la Saleta del Palacio Real de Madrid donde el rey daba audiencia y comía: así el soberano quedaba aureolado por las virtudes de Trajano personificadas en la bóveda "para manifestar las que son propias de un perfecto Príncipe", y desde su posición el monarca podía contemplar en el otro extremo de la sala "el Templo de la Inmortalidad, y el coro de las Musas, ocupadas en celebrar sus glorias", como describió Antonio Ponz.
Soberano ilustrado y, como tal, mecenas de las artes, el monarca constituye el referente más indiscutible en la fértil relación que han mantenido la Corona y la Cultura en España durante la Edad Moderna. Su gobierno, además de las grandes obras públicas que promovió, supuso la intervención estatal en aspectos estéticos a una escala amplia y variada. Pero sin duda donde con más claridad se perciben tales innovaciones es en el propio entorno del monarca, en el arte cortesano creado bajo su directo mecenazgo.
Estas obras artísticas, que servían para la vida cotidiana del rey y su familia, estaban pensadas tanto para fines funcionales, como ornamentales y representativos: su calidad, su magnificencia y suntuosidad, su tono cosmopolita constituían toda una declaración de poder. Expresaban no sólo la majestad del rey, sino la de la vasta monarquía simbolizaba en su persona. En sus palacios –tanto el de Madrid como el de los cuatro sitios reales donde la corte pasaba cada estación del año- se expresaba esta alianza entre el poder y la ilustración mediante todas las bellas artes: la pintura con figuras como Giambattista Tiepolo, el ya mencionado Mengs y todos sus discípulos españoles, entre ellos el incipiente genio de Francisco de Goya; las artes decorativas merced a las Reales Fábricas de tapices, de porcelana y piedras duras, de cristales y de relojes, y a los talleres dirigidos por diseñadores como Mattia Gasparini.
Reconocibles aún en los palacios, pero en gran medida dispersas en nuestros días, debido a la misma evolución de la vida cortesana y a los avatares históricos, las obras ornamentales creadas para expresar la magnificencia de Carlos III constituyen uno de los tesoros culturales más deslumbrantes de nuestra Historia Moderna. Así, Patrimonio Nacional plantea en esta exposición aquí una nueva lectura y puesta en valor de esta página esencial en el acervo histórico-artístico español.
Horarios
Invierno (octubre a marzo). Todos los días: 10:00 - 18:00
Cierre taquillas y acceso a Palacio una hora antes
Días de cierre 2016:
24 de diciembre: cerrado a partir de las 15:00
25 de diciembre: cerrado en jornada completa
31 de diciembre: cerrado a partir de las 15:00
Entradas
Venta online
11,00€ Básica+Expo
6,00€ 5-16 años + Expo
6,00€ Mayor 65 + Expo
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0,00€ Discapacitado
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