Del 8 de octubre al 29 de noviembre de 2015
El Teatro Español presenta “Andrea D’Odorico. Los espejos del alma”, la primera muestra que se expondrá en su sala de exposiciones, recién bautizada como Espacio Andrea D’Odorico. El Ayuntamiento rinde homenaje así a esta gran figura de la escena española de los últimos 40 años. En la inauguración de la exposición han intervenido el director artístico de El Español, Juan Carlos Pérez de la Fuente; Andrés Peláez, comisario de la exposición; Ignacio Amestoy, dramaturgo, y Helio Pedregal, actor.
En la muestra, creada por el Museo Nacional del Teatro, pueden verse bocetos de escenografías, maquetas, elementos de attrezzo, documentos, fotografías, audiovisuales, carteles, programas de mano, y enseres personales... piezas que integran y que ponen de manifiesto su extraordinario talento y capacidad creativa.
Andrea era una rara avis en el siempre cuestionado campo de las artes escénicas. Arquitecto escenógrafo, figurinista, gestor, productor, editor... Un hombre culto y sensible, fascinado por el arte internacional, lo que se reflejó en sus obras, en las que se podía encontrar la elegancia austriaca, la autoridad alemana, el orden suizo, la esencia griega, el espíritu mediterráneo, la inmensidad rusa, las contradicciones españolas, la sensibilidad francesa, la funcionalidad americana y la sabiduría oriental.
Las enseñanzas de su maestro, el arquitecto y diseñador Carlo Scarpa, influyeron de manera sorprendente en Andrea, no sólo en su estética y en sus geometrías, sino también en la pasión por la amistad, la conversación y los intercambios de opiniones y controversias con artistas, actores, directores, escritores, colegas y amigos.
Las claves del texto teatral
Su método de trabajo era siempre muy riguroso, estudiaba todas las fuentes documentales y gráficas para alcanzar las claves del texto teatral. Cuidaba los detalles de manera obsesiva, tanto los colores, como el diseño de un mueble por mínimo que fuese. La perfección y la elegancia fueron columnas inamovibles en su obra creativa.
Desde su llegada a Madrid, en 1970, y su casi inmediata colaboración con otro innovador de la escena, Miguel Narros, ambos se convirtieron en los buques insignias del teatro de esos años, no sólo por la cuidada selección de los textos, sino también por su renovadora puesta en escena. Entre ambos crearon las más bellas sinfonías y atrevimientos ante cualquier texto: desde el teatro del siglo de Oro, hasta lo más contemporáneo y atrevido.
Andrea funda en 1993 su empresa teatral Producciones Andrea D'Odorico, de la que nacieron trabajos de impecable factura como "La doble inconstancia", de Marivaux (1993); "Seis personajes en busca de autor", de Pirandello (1994); "Panorama desde el puente", de Miller (2000); "El sueño de una noche de verano", de Shakespeare (2003); "Doña Rosita la soltera", de García Lorca (2004); "La señorita Julia", de Strindberg (2007); "Tantas voces", de Pirandello (2008); "La avería", de Dürrenmatt (2011); "Paradero desconocido", de Taylor (2012); "Así es, si así fue" (2014);... Todos ellos dirigidos por grandes directores de escena como Miguel Narros, Laila Ripoll, Natalia Menéndez, Luis Luque o Francesco Saporano.
Andrea enseñó y guió a muchos en su oficio: figurinistas, arquitectos, escenógrafos, constructores, autores, productores, regidores, maquinistas, directores de escena, etc. En los últimos años, impartió clases magistrales de teatro en las facultades, las escuelas de teatro, la Residencia de Estudiantes.
No hay comentarios :
Publicar un comentario